Bière de Garde

Estas cervezas Ale son típicas de las zonas donde aún no se había extendido la elaboración Lager (de fermentación baja). Se elaboraban para las épocas de verano donde era difícil su producción debido al calor.

Son típicas de la zona norte de Francia o Bélgica, se elaboran en casas de forma artesanal. Se suelen envejecer durante años y se sirven en botellas de estilo champagne.

En la actualidad se siguen elaborando, pero algunas de ellas se producen con levaduras de fermentación baja, pero fermentan en caliente para mantener el sabor afrutado. Son cervezas de carácter fuerte con un 7% de graduación de alcohol. Tienen distintos tipos de tonalidades y poseen gran sabor a malta.

La Bière de Garde, que se traduce como “cerveza de guarda”, es una Strong Pale Ale francesa elaborada tradicionalmente en la región francesa de Nord-Pas-de-Calais. Estas cervezas proceden de pequeñas explotaciones del norte de Francia y tradicionalmente se elaboraban en invierno y primavera para evitar problemas de levadura debido al fuerte calor del verano. Hoy en día, estas cervezas se producen comercialmente, pero la mayoría de las cervezas de Gardes proceden de pequeñas cervecerías. Las cervezas elaboradas en la región Nord-Pas-de-Calais tienen derecho a la denominación de origen “Pas-de-Calais/Región del Norte”.

Estas cervezas se presentan en tres estilos, pálida, ámbar y marrón, con colores que van desde el cobre dorado hasta el marrón rojizo o el marrón. Las cervezas Garde suelen estar sin filtrar, lo que les da un aspecto turbio. Tienen un característico aroma a malta dulce con elementos de caramelo y tostado. Las versiones comerciales a menudo contienen caracteres mohosos y leñosos causados por levaduras y mohos locales que son difíciles de reproducir en las pequeñas cervecerías o en la elaboración de cerveza casera.

El sabor se describe a menudo como de malta media a fuerte, con un dulzor de caramelo o toffee que se vuelve cada vez más complejo a medida que la cerveza adquiere un color más oscuro. El sabor de la malta supera al del lúpulo y se nota hasta el final medio y seco. El paladar tiende a ser magro con una calidad suave y sedosa que se acentúa por la carbonatación media-alta. El contenido de alcohol oscila entre el 6 y el 8,5% y las unidades internacionales de amargor (IBU) entre el 18 y el 28.